Vik Muniz

Vik Muniz

VIK MUNIZ

 

 

Vik Muniz (São Paulo, 1961) afincado en Nueva York desde 1983, se define a sí mismo como un “dibujante compulsivo”. Procedente del mundo de la publicidad, se dio a conocer hace veinte años con la serie Los niños de azúcar. El escultor, el pintor, el fotógrafo forma parte de una generación de artistas que a finales de los ochenta abandona el discurso fotográfico basado en la captación de imágenes reales, para interesarse por la fotografía como objeto.

 

Muniz se desvela como un artista integral, que pasa de la delineación a representaciones casi abstractas confundiendo deliberadamente al espectador. El artista, formado en Brasil, no cesa de experimentar con materiales como el chocolate, alambre, hilo, mermelada, espaguetis, tinta, papel, figuritas de plástico, crema de cacahuete, plastilina o telas. Con ellos crea arquitecturas y compone imágenes casi universales: retratos de personajes famosos, conocidas obras de arte como La Gioconda, edificios emblemáticos… posteriormente las fotografía y las muestra al espectador que confundido entre lo que ve y lo que cree que ve no puede quedar pasivo.

 

El brasileño quiere obligar al espectador a reexaminar aquello que ve. Consigue que el receptor sienta la necesidad de prestar atención a la técnica, de pensar sobre la naturaleza de lo que tiene ante él y trate de descifrar los múltiples juegos que el artista plantea.

 

Sus piezas están agrupadas en series que normalmente atienden al material del que están hechas. En 2003 creó la serie Monads cuyas obras están compuestas por pequeños objetos que por su parte cuentan historias y a la vez están ligados a la narración de la imagen que construyen. En White rose (2003) Muniz compone la imagen de una inmaculada rosa blanca a base de diferentes insectos y animales que contribuyen al nacimiento, vida y muerte de ésta. Cuando nos alejamos de la obra, la imagen es una rosa blanca pero a medida que nos aproximamos ésta va convirtiéndose en algo abstracto mientras se distinguen los objetos y detalles con los que ha creado la imagen.

 

Vik Muniz ha participado en 2001 en la 49 Bienal de Venecia como representante de Brasil. Su obra forma parte de importantes colecciones privadas y públicas en todo el mundo, entre las que se puede destacar The Whitney Museum of American Art, el MOMA de Nueva York, The National Museum of Art de Osaka, el Museo Reina Sofía en Madrid o la Tate Gallery de Londres entre otros.

The White Rose, 2006
C-Print.
183 X 229 cm.