ENTREVISTA
Valentín de Madariaga: «La corrección política actual refleja la decadencia de nuestra sociedad»
Al presidente de la Fundación Madariaga, que cumple 20 años en Sevilla, le parece inquietante y absurdo que se revisen libros escritos hace cincuenta años para adaptarlos a valores actuales
«Muchos familiares y amigos se reían de mis obras de arte y decían que eran «las locuras de Valentín»
Valentín de Madariaga Parias (Sevilla,1960), se licenció en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid. Comienza su carrera profesional como arquitecto en 1987 junto a Ernesto Merello y se especializa, entre otras cosas, en arquitectura residencial en urbanizaciones de alto standing. Hijo de Valentín de Madariaga y Oya cuya fundación cumple 20 años en Sevilla, es un gran coleccionista de arte contemporáneo y creador de la colección MP de este espacio cultural situado en el antiguo consulado de Estados Unidos, frente al parque de María Luisa.
-¿Es optimista respecto al futuro?
-Soy optimista pero sabiendo que tenemos unos problemas reales salvajes. Hemos nacido en un país con una sociedad muy cómoda y que se ha vuelto muy políticamente correcta.
-¿La libertad de expresión está amenazada por la corrección política?
-Sí.
-¿También la creación artística? ¿Hay cosas que no se pueden pintar?
-No. El artista tiene libertad para crear lo que bulle en su cabeza. En la época de Franco sí hubo esos inquisidores que no permitían ciertas obras. La mayoría de los artistas crean en libertad pero existe un clima de censura según esa corrección política.
-Ahora se están revisando libros que se escribieron hace cuarenta o cincuenta años «adaptándolos» a valores actuales como el feminismo o la diversidad. ¿Qué le parece?
-Me parece muy inquietante, además de absurdo. Esa corrección política es la decadencia cultural de nuestra sociedad. También me lo parece con la memoria histórica. Revisar lo que ocurrió, sacar otra vez eso, ver quién tuvo la culpa. No lo entiendo. La ley sobre los animales es otra prueba, se ha hecho por personas sin formación que no saben de lo que están hablando y que no han estado nunca en el campo y solo han visto un burro en una foto. No confían en los profesionales, en los que saben.