Richard Prince

Richard Prince

RICHARD PRINCE

 

RICHARD PRINCE (1949, Panamá) Pintor y fotógrafo estadounidense, Prince se elevó como artista destacado en la escena creativa de los años ochenta. Se formó como pintor figurativo y en el ámbito de la publicidad pero posteriormente su producción tomará otro rumbo. En 1975 comienza a experimentar con el collage de fotografías. Su obra se caracteriza por tomar imágenes provenientes del mundo de la publicidad y de los medios de comunicación de masas, en las que él suprime los eslóganes y marcas, y que después clasifica en función de sus temáticas y sus formatos. A veces se han tachado a sus obras de ser copias e incluso se han llegado a cuestionar temas como la autenticidad de esas imágenes o los derechos de autor. Se le vincula con la tendencia apropiacionista de arte (tendencia surgida en los años ochenta en Norteamérica) pues toma fotografías de imágenes pre-existentes que después retoca, quema, sobreexpone a la luz, manipula… tomando un nuevo significado al llevarlas fuera de su contexto original. Se les ha llamado re- o post-fotografías pues “no aspiran a representar el mundo tal como es, sino a explorar de forma auto-reflexiva el proceso de la representación fotográfica, cuestionando la diferenciación entre original y copia” (W. J. Coinell).

 

Comienza a trabajar en el ámbito artístico a finales de los años setenta, realizando series de fotografías en color de objetos de lujo, partiendo de anuncios publicitarios de relojes, joyas o bolígrafos, comenzando así un discurso basado en la necesidad de utilizar la reproducción artística a través de medios de difusión masiva.

 

Así, a finales de los años setenta realizará sus obras Three men looking in the same direction (1978) y Three women looking in the same direction (1980), una visión irónica de los modelos arquetípicos a seguir en la sociedad contemporánea.

 

Principalmente su producción se caracteriza por tomar estereotipos del mundo de la publicidad que identifican a la identidad americana (el cowboy, las famosas…) y que después él manipula en su apariencia física para hacer reflexionar sobre la propia identidad del ciudadano estadounidense. Una fuerte crítica social se esconde detrás de cada una de sus creaciones, siempre con un doble sentido que comienza por crear la confusión entre realidad y ficción, usando un lenguaje sofisticado y seductor con el que Prince refleja de forma subliminal la manipulación a la que es sometido el hombre posmoderno. El individualismo y los tabúes sexuales son sus temas preferidos para terminar con esa visión idílica y falsa de la humanidad. También utiliza recortes de periódico a los que altera el contenido añadiendo chistes fáciles populares, reflexionando acerca de los medios de difusión masiva, la televisión y la publicidad. En esta línea ha sido continuamente el blanco de las polémicas, tal es el caso de su trabajo América Espiritual, de 1983, en la que aparecía una foto de Brooke Shields, una niña de 10 años, de pie en una bañera, como una alusión a la sexualidad precoz y a la fotografía de Alfred Stieglitz titulada de la misma forma. Esta fotografía le supuso una serie de pleitos y denuncias por parte de la madre de la niña, así como por parte del fotógrafo original, y condujo a una discusión dentro del ámbito artístico acerca del “voyeurismo” dentro de la fotografía.

 

En otra serie titulada Bromas (1986), trata el tema de las fantasías y las frustraciones sexuales de la clase media americana, usando la parodia y la fisonomía de los cómics, a modo de viñetas.

 

Pero donde más claramente se aprecia su técnica de la re-fotografía es en la serie Cowboy (1980-1986), donde reflexiona acerca de los mitos heroicos actuales y de los ideales masculinos en la sociedad norteamericana; también cuestiona la manipulación de la publicidad, que pone ante nosotros seres perfectos y deseos que realmente son inalcanzables, exponiendo de esta forma esa dialéctica entre ficción y la realidad que plantea ya desde la propia imagen retocada de la que el autor se apropia.

 

Junto a esta serie realiza otra que se alzará como la más destacada y conocida: Cowboys & Girlfriends (1987). Es un muestrario de imágenes que representa los supuestos perfectos roles de género: el hombre solitario, heroico, y la mujer débil, mostrada como trofeo. Obviamente todo esto supone una profunda reflexión.

 

Desde 1986 abandonará esta técnica de la re-fotografía para pasar a tomar elementos e imágenes provenientes del mundo del cómic, además de la técnica en algunas ocasiones (dibujo y serigrafía), insertando chistes fáciles populares.

 

A mitad de los noventa realiza enormes lienzos de carácter expresionista en los que tras la maraña de color se esconden frases que vuelven a incidir en el chiste ramplón, reflexionando, una vez más, acerca de la ironía y la propia sociedad en la que nos encontramos.

 

Alcanzamos así una de sus últimas series de pinturas, Nurses (2003) realizada en gran formato, en la que el tema principal es la figura de la enfermera, símbolo femenino que relaciona con las portadas de algunas novelas románticas y con la carga simbólica de esta figura. De esta forma observamos que, a pesar de la evolución en la producción de Prince, siempre mantiene los mismos elementos en su obra.