Destaca cómo, a pesar de los desafíos que puedan surgir al criar a niños con necesidades especiales, la entrega y el sacrificio se vuelven más llevaderos cuando se hacen por amor. Para ella, la familia es un pilar fundamental y el más importante en su vida, sus hijos son perfectamente felices dentro del entorno familiar que junto a su marido han creado, donde se enfatiza la importancia de inculcar buenos valores y brindarles un ambiente amoroso y comprensivo.“Me encantaría que el día de mañana me vean así, como una persona que ha sabido inculcarle buenos valores”
En cuanto al Día del Síndrome de Down, Mariana lo describe como un día especial “realmente es un día muy bonito porque, aunque vayamos a contracorriente hay mucha gente que nos acompaña. Es una forma de no perder la esperanza y que cada vez son más los que tienen ganas de ayudar”
La fe y la espiritualidad también juegan un papel importante en su vida. A través de la experiencia de criar a sus hijos, ha encontrado una conexión más profunda con Dios y una fuente de fortaleza y apoyo en su fe. “Un día hablando con mi padre le confesé lo siguiente: no sé por qué pero esta niña me ha acercado más a Dios y en ella vi la misión que tenía en la vida”
“A raíz de mis hijos he descubierto lo que realmente es la fé y a apoyarme en ella”
En esta conversación, Mariana de Ugarte ofrece una mirada conmovedora y honesta sobre la vida con síndrome de Down, destacando la importancia del amor, la aceptación y la fe en el camino hacia la felicidad y la inclusión.