MP & MP ROSADO
Son dos hermanos gemelos que trabajan bajo el nombre de MP & MP Rosadoy en sus obras, normalmente, hacen de su condición de gemelos un argumento para abordar la cuestión de la identidad. Utilizan el dibujo, la fotografía y recientemente instalaciones, así como diversos medios y materiales que muchas veces conjugan para crear ambientes con un fuerte carácter escenográfico. En Lloviendo cántaros los hermanos juegan con el refrán popular para crear una instalación de carácter escultórico en la que, diversos cántaros de arcilla, contenedores de agua, aparecen dispuestos en posiciones aleatorias y con distintas formas como si hubieran caído directamente del cielo. Cargada de ironía les interesa transmitir la ambigüedad que se plantea entre realidad y arte pues son capaces de transformar en realidad visual una metáfora del lenguaje popular. También podemos ver en su obra algo de absurdo en esas piezas tiradas por el suelo, que no se sabe si es por accidente o no. Buscan la confusión, el juego. Las obras de MP & MP cuajan a medio camino entre el que mira y lo que mira y necesitan de ambos para formularse sin palabras. Se presenta un compendio de piezas, de aspecto muy orgánico, que parecen abandonadas a su suerte por el suelo y que tiene mucho que ver con cuestiones como la ruina o la memoria. Consiguen construir un escenario neobarroco, cargado de teatralidad, que nos atrae en ese juego de citas ocultas.
Se trata de una instalación compuesta por 70 cántaros de barro cocido, de color marrón, esparcidos por una superficie. Dichos cántaros han adquirido formas y dimensiones variadas.